Un Aquelarre es el lugar donde las brujas y los brujos celebran sus reuniones y sus rituales. En estas celebraciones los cohortes de brujas solían venerar un macho cabrío negro, que tras horas de cánticos y ofrendas orgiásticas podrían abrir un portal infernal en el centro del campo o cocechal para ofrendar culto y consulta a Satán, con el fin de obtener riquezas y poderes sobrenaturales.

En cuanto al escenario del akelarre, éste solía celebrarse en lugares apartados de las poblaciones, como prados, claros de bosque, cuevas.
El punto de reunión más famoso conocido en Euskal Herria fue una planicie de Zugarramurdi (Navarra), delante de una caverna natural que precisamente tomaría el nombre de Akelarrenlezea (la cueva del akelarre).

A la luz de hogueras y al son del txistu y el tamboril, brujas y brujos danzaban de manera desenfrenada y en mezcolanza.
En otros akelarres el baile al parecer comenzaba de manera ordenada, haciéndose en círculo, o rueda, y vueltos hacia el exterior todos los danzantes desnudos.

Durante la orgía solían tener lugar actos de homosexualidad(de todo y para todos), aunque predominaban los heterosexuales. También era frecuente que brujas y brujos se uniesen carnalmente con el Dios Aker, y que de esta relación algunas brujas engendrasen sapos, en particular, y otras bestias de manera más generalizada.
A el sexo se unía en la orgía el alcohol, del que se dice corría en abundancia, y los alucinógenos y otro tipo de drogas distorsionadoras del comportamiento humano.Las escobas eran frotadas con hierbas alucinógenas y despues las bujas se las colocaban entre sus piernas,como todos sabemos,para volar...
pero estos viajes por el aire no eran reales,sino un efecto causado por los jugos de las hierbas,que sus mucosas mas intimas habian absorvido rapidamente.
Frecuentemente tales drogas se preparaban allí mismo y se consumían a través de pócimas y otros brebajes, aderezados muchas veces con toda suerte de aditamentos repelentes: excrementos, sapos, corazones de lagartos, médula de bebés, arañas y otro largo rosario de inmundicias. Otras pócimas de parecida índole, polvos maléficos y extrañas fórmulas, preparadas también durante la reunión, servirían a las brujas para prepararar sus hechizos.

El akelarre concluía al canto del gallo y con general estrépito. Brujas y brujos regresaban a sus domicilios utilizando el mismo procedimiento empleado en la venida. Pero antes quedaban citados para el próximo.